Lo que aprendí en 2016 que hizo mi 2017 fantástico
- Bella Jones
- May 22, 2017
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2016 fue un año de grandes cambios en mi vida. Cambios que permitieron que el 2017 sea mucho mejor, y cambios de los que recién me doy cuenta.
1. Nutre tus relaciones familiares Mi relación con mi familia es mucho mejor ahora que antes, incluso un par de años atrás. ¿Por qué? No sé, pero sé que si hubiera partido a otro lugar apenas salía del colegio, las cosas no serían igual, y agradezco muchísimo que sea así. Por eso aprovecha que tienes cerca a tus familiares. Pregúntales sobre su día. Prepara un postre para que todos coman. Piensa cuidadosamente los regalos de cumpleaños. Todo aporta, y todo da frutos.

2. No tengas miedo de ser tú Tuve la oportunidad de irme lejos por un tiempo, y de vivir en un lugar donde nadie me conocía. Donde las personas, primero, me preguntaban mi nombre. De donde venía. Quién era. Y luego de un tiempo de relacionarme con esas personas, y de ver cómo también, extrañas, se relacionaban entre ellas, me di cuenta de que pude haber sido más ‘unida’ a ellas, si es que actuaba de alguna otra manera a la que actué. Si es que me reía más o hacía más preguntas (a las que ya tenía respuestas). Si es que pretendía ser una personas más extrovertida, más abierta y habladora de la que soy. Pero sabía también que esa no era yo. Y al final, pude entablar amistades honestas con las otras personas. No tan fuertes como otras, pero honestas. Y está bien, porque no es que haya que ser mejor amigo de todos. Y a pesar de que ya no hablo mucho con esas personas, atesoro esas amistades y ese período de tiempo en mi corazón como uno de los días más lindos.
3. Dormir es importante Me acuerdo que en el colegio era ‘cool’ dormirse tarde. “Yo me duermo a las 12”, “Ay, para mí eso es temprano, yo no me voy a dormir antes de la 1.”, “Novatas, yo anoche me dormí a las 3." Y democráticamente todas nos levantábamos como a las 6 de la mañana. ¿Cómo sobrevivíamos? Ahora en la universidad, realmente aprecio el sueño más que nunca. Claro, si no tengo proyectos o exámenes. Pero si tengo tiempo libre, me encontrarás o en mi cama o en mi sillón, disfrutando de cada segundo que pueda descansar. Porque dormir en verdad es importante. Ahora me siento mejor en las mañanas, mi piel está mejor, y no paso el día media zombie. Aprovecha el tiempo, duerme. Porque sea lo que sea que se avecine en el futuro, tal vez no puedas hacerlo por mucho.

4. Está bien dejar ir a algunas personas Creo que esta fue una de las más difíciles, pero también una de las más importantes. Tienes que rodearte de personas que te alegren el día, personas que te hagan querer ser mejor persona. Pueden desafiarte y cuestionarte, porque uno nunca lo sabe todo, pero solo si es por bien. Personas que sean honestas contigo y con los demás. No personas cuya presencia te moleste de alguna manera. Las personas pueden cambiar, o peor, a veces nunca lo hacen verdaderamente. A veces solo parece que lo hacen, pero llegan momentos que te muestran la verdad.

5. Hazte las manos y los pies una vez al mes Esta bien, no tiene que ser eso exactamente, pero sí algo que te haga sentir linda, fresca y arreglada. Puede ser un acondicionamiento en la peluquería, o una sesión de masajes. Pero yo recomiendo manos y pies porque no tarda mucho tiempo, no es nada caro, y me hace sentir excelente y refinada cada vez que miro mis uñas. En serio, es casi terapéutico. Y me he dado cuenta de que cuando me siento así de bien, me visto mejor, y mi actitud hacia la vida es mucho más positiva. Se trata de encontrar lo que te haga sentir mejor y que calce dentro de tu estilo de vida. Si ese es el secreto para sentirme bien y ser feliz constantemente, estoy apuntadísima. Además, puedes separar tu cita con anticipación y pensar feliz en el día en el que tengas que regresar. ¿A quién no le encanta la idea de hacerlo un hábito?
6. Viaja completamente sola A un lugar desconocido, preferentemente. ¿Que hablen un idioma que no sepas? Si te sientes aventurera. Pero probablemente hay una larga lista de ciudades donde conoces el idioma ahí afuera. Y esto es lo que más te recomiendo de toda esta lista. En serio.
Había viajado sin mis papás antes, con mis amigas, con mi colegio, pero nunca completamente sola, y fuera de cosas, te cambia la vida. Porque no es solo que tienes la libertad de hacer lo que quieras y con eso los peligros de, asimismo, hacer lo que quieras. ¿Quieres comer algo? O vas y lo compras o te lo preparas o lo pides y pagas por eso. Nadie más lo va a hacer por ti. Tus prioridades salen a flote. Tus deseos más íntimos. No hay excusas para nada. Eres tú en el mundo. Yo creo que debería ser una costumbre, algo recurrente. Que cada persona haga uno de estos viajes durante la época universitaria. No sabes lo mucho que creces internamente. Lo mucho que aprendes, y lo mucho que conoces. Del lugar y, principalmente, de ti misma. Anímate. Sal al mundo. Y lleva tu cámara, porque vas a querer captar los lugares y momentos que definirán el resto de tu vida.

Digo, 2017 no hubiese sido lo mismo sin 2016.
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