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Cómo me relajo y renuevo

  • Bella Jones
  • Jul 21, 2017
  • 3 min read

En épocas de estrés todo es caótico y feo. Como chatarra sin culpa, duermo la mitad de lo que debería, y consumo azúcar y café extra para compensar lo último. Como dije, un desastre. Pero después de la tormenta viene la calma, así que luego de la semana de parciales o finales o de cualquier momento de locura y pánico en general, me gusta hacer mi rutina de relajo, para nivelarme y seguir con mi vida.


1. Exfolia

Todo empieza con una ducha caliente. Me meto, y dejo que mis preocupaciones se vayan con el agua. Es cierto que exfoliarse es un latón porque tienes que darle atención a cada centímetro de tu piel, pero en estos momentos, es lo que necesito. El exfoliante que uso se llama ‘Salt and Oil Scrub’, de Shalva. Y me encanta porque deja mi piel increíblemente suave desde la ducha. Muchas personas usan crema hidratante luego de este paso, pero este exfoliante me deja la piel tan pero TAN suave, que me es suficiente con eso. Amo este paso porque es como una limpieza corporal total: dejo ir a mi yo anterior, y surgo radiante, suave, relajada, y sin estrés. Es casi terapéutico.

2. Multimasking

Si hay algo que adoro son las mascarillas. Primero, el cabello. Uso la marcarilla con aceite de argan de OGX, que se consiguen en Wong o Tottus (creo). Me encanta porque hidrata un montón mi pelo y me deja los rulos súper definidos y hermosos.


Luego, voy con la cara. Para esta rutina en específico me gustan las mascarillas de arcilla, que sirven para desintoxicar la cara de toda la suciedad y lo malo que se ha acumulado como producto del estrés. Yo uso la Pure Clay de L’Oreal, que adoro porque me hace sentir que quita absolutamente todo y me deja la piel limpiesita.


Y como esta es una rutina de engreimiento, uso una segunda mascarilla. Ahora que mi piel está pulcra, me gusta darle un toque extra de hidratación para devolverla a la vida y darle luminosidad y brillo. Para eso, uso la Mascarilla Facial de Rosas de Fresh. Es súper hidratante, el packaging es hermoso, y tiene pétalos de rosa en la fórmula. No se puede pedir más.


3. Back to Basics

Luego de eso, sigo mi rutina de cuidado de la piel de siempre (sobre la cual les hablaré pronto, probablemente). Hay una belleza en la consistencia de los actos que armoniza el día a día. Me visto, me peino, et voilá.



4. Detox Digital

Y no, no habló de dejar Facebook o Instagram. Al contario, ahora le doy más tiempo a eso. Es muy simple: luego de que mi persona esté lista, entro a mi celular y hago una limpieza total en él. Borro las fotos que no me sirvan, las apps que no use, la música que no escucho, las notas que ya no me sirven. Eliminar, eliminar, eliminar. Es como dejar ir parte del estrés anterior, parte del pasado, y me encanta hacerlo. Me quedo sólo con lo importante, y es todo lo que necesito. Lo mismo hago con mi laptop. Paso mi carpeta de universidad a mi tera, y limpio todos los archivos y todas las imágenes que ya no sirven. En el mundo cambiante de la tecnología, el almacenamiento es una de las cosas más valuables.

Además, y principalmente, esto me da espacio para nuevas experiencias y aventuras.


5. Detox Real

Posiblemente la parte más difícil, pero la final. Este es un paso similar al anterior, solo que con mi cuarto. Aquí boto todo lo que no me sirve, separo lo que ya no quiero, y ordeno lo que sí. Cosas, ropa, carteras, zapatos, absolutamente todo. Saco, limpio, pienso, acomodo, observo. Es increíble la cantidad de cosas que he encontrado en las esquinas de mi clóset, apiladas en el fondo. Sí, puede dar flojera. Pero una vez que empiezo, no puedo parar. Y créanme, luego de esto, me siento realmente renovada. Soy yo de nuevo.


Esta es mi rutina de 5 pasos para relajarme y renovarme post finales. Es ambiciosa, pero no la hago mensualmente, sino cuando los tiempos lo demandan. ¿Y saben qué? Disfruto cada momento de ella.

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