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Consejos para la nueva conductora limeña

  • Bella Jones
  • Mar 9, 2017
  • 2 min read

Dicen que si puedes manejar en Lima, puedes manejar en el resto del mundo. No podría haber confirmado o negado esto hasta que saqué mi licencia de conducir. Ahí me di cuenta de que nada podría ser más cierto.

Todo comienza cuando te propones aprender a manejar y aprendes torpemente a coordinar tus pies y tus manos al volante (en este y solo este punto está aceptado ir a 20 km/h o menos). Pero la verdadera lucha ocurre el día que te aventuras al Touring para, luego de pasar al examen médico y de reglas, salir de la ciudad hasta la sede del examen práctico. Luego de minutos eternos de espera, pasas el examen con el codiciado sello azul y estás lista para las calles de Lima. Más o menos.

Consejos para el manejante principiante:

1. Tómalo con calma. En mis primeros días al volante sentía que estaba manejando un buque o un avión de carga. Estaba sorprendidísima de cómo las demás personas podían manejar tan sencillamente todos los días, cuando para mí era un evento de coordinación y audacia. Poco a poco uno se va acostumbrando.

2. Conoce tus dimensiones. Esta es una de las primeras cosas que me dijo mi hermano cuando intentó enseñarme a manejar. Cada carro es diferente y lo mejor es conocer perfectamente las dimensiones del carro que manejarás desde el asiento del conductor. Con eso podrás fácilmente calcular las distancias entre carro y carro, para girar, esas cosas. Y sinceramente, es gracias a eso que a veces hago pequeñas maniobras manejando. Mi pequeño automóvil pasa por lugares estrechos que nunca me atrevería a atravesar con una camioneta.

3. Sigue las reglas e ignora los claxons. La gente es desesperadita, pero no estás haciendo nada malo. Recuerda, si algo malo pasa, definitivamente no será tu culpa.

4. Primero conoce las avenidas principales, luego aventúrate por los atajos. Básico. No siempre tendrás Waze a la mano.

5. No le temas a las combis. Ellas huelen el miedo, y se aprovechan de eso. Respétalas, pero también hazte respetar.

6.Reclama tu espacio. No estaciones en zona rígida. No abuses del claxon. Y por favor, por favor, usa direccionales.

En fin, luego de casi dos años de manejar en una de las ciudades más desorganizadas del mundo en un pequeño carro con algunas cicatrices y un largo camino por recorrer, lo único que puedo decir es que manejar en tráfico es una guerra. Si no metes, te meten, y en una ciudad donde todos somos astutos y confiados, no te puedes dejar.

-B


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